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Frankenstein's Love Letters

~ [Relatos breves]

Frankenstein's Love Letters

Archivos de etiqueta: Dioses y monstruos

Fibonacci

14 Miércoles Dic 2016

Posted by Eufrasio Saluditero in X9

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Dioses y monstruos, femenage, surrealismos

Obra de Catrin Welz-Stein (n1972)

Obra de Catrin Welz-Stein (n1972)

Literaturo Septuaginto se sentó en la parada del bus. Pasó el 1, después el 2, luego el 3; estaba claro que el siguiente sería el 4, pero no, vino el 5. —¿El 5? —se preguntó junto con el lector del relato.

Algo no iba bien; a no ser que hubiera pasado también el 1 antes de que él llegara, aquella sucesión no tenía sentido. Otra explicación no era posible, al menos matemática; así que se preparó para coger el siguiente, el 8, Fibonacci no podía fallarle. Cuando la distancia y su miopía le permitieron ver que se trataba del 13, cayó muerto; hacía tiempo que una belleza tan exquisita no se detenía junto a él, al alcance de su mano de piedra y cartón. Al llegar a la parada, el conductor del autobús se excusó por su tardanza y apresuró al pasaje a subir. La belleza lo hizo y los ojos de Literaturo, también; su cerebro, en cambio, decidió esperar racionalmente a la llegada del 8; y como no podía ser de otra manera, su cuerpo quedó atrapado en una indecisión, de la que le resultó muy difícil liberarse al no poder disponer ya de sus ojos. Los autobuses siguieron pasando entre tanto, pero ya era imposible saber de qué números se trataba, con lo que, tras lograr liberarse de la indecisión se percató que ahora era presa de la incertidumbre, ¿seguirían produciéndose aquellos saltos numéricos? Se sentó en el suelo, maldijo su mala suerte y su cerebro respondió con una sentencia vehemente al respecto sellando sus labios. Un par de olmos que observaban silentes —y sedentes— la escena desde el principio con suma atención, se ofrecieron a ayudarle con lo de los números. Le propusieron soltar sobre su cabeza el mismo número de hojas que el distintivo del bus que llegara. A Literaturo no le pareció muy buena idea porque, como es bien sabido por todos, las hojas de los olmos, cuando caen, producen una pequeña explosión y, a veces, solo a veces, dolores de cabeza y otitis; y a Literaturo le fue diagnosticada en su juventud una por escuchar durante 21 horas seguidas “(Sittin’ On) The dock of the bay” para disgusto de sus vecinos; salvo a Paciento Hun que por aquel entonces estaba con Depresión, la del quinto, una joven de senos desarrolladísimos para su edad, y con una fantástica y deliciosa deformación natural dado que eran capaces de producir miel mientras su dueña realizaba el acto, lo que acababa siendo una situación muy dulce para sus amantes. El problema venía después puesto que las sábanas quedaban pringosas y, al meterlas en la lavadora, toda esa miel mezclada con el detergente degeneraba en una sustancia viscosa difícil de eliminar con el aclarado; obstruían los agujeros del tambor y acababa, cuestión de tiempo, teniendo que comprar una nueva; renovación de la que se encargaban sus queridos. A Paciento Hun, aquellas compras le rentaban la comisión añadida de poder admirar en secreto a la dependienta. Por descontado que, cuando esta fue despedida, dejó de comprar lavadoras y Depresión, la del quinto, fue sustituida por Desesperación, la del octavo; con lo que la caída fue mortal de necesidad —nadie en la finca se prestó a amortiguar su caída por antiguas envidias y recelos, como suele suceder entre buenos vecinos— Desde entonces, Desesperación, personificación de la belleza exquisita, todos los veintiuno de febrero, como le dicta despacio y con buena letra su religión, toma el autobús de la línea número 13 para dirigirse al cenotafio de ilustres seguidores de su persona, a pesar de la legión de ojos que, a modo de larga bata de cola, lleva consigo pegados a sus hermosas nalgas; 34 contabilizados la última vez.

Shoot!

12 Sábado Mar 2016

Posted by Eufrasio Saluditero in B1

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Dioses y monstruos, femenage, Juan de Patmos

No recuerdo bien cuándo le cogí el gusto por disparar, quizá desde aquella noche en la que me puso la mano encima.

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Me (Yuliya Libkina – 2007) Imagen tomada de internet.

 

En mala orilla

11 Viernes Mar 2016

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Dioses y monstruos, femenage, Juan de Patmos

Tenía un aspecto deplorable. Se olvidaron de ella. No caben excusas. Luego hubo quien se rasgó las vestiduras y todo; e intentó compensarla con un montón de femenajes absurdos e innecesarios. De hecho, ni los más ancianos recordaban ya por qué estaba allí. Es lo que les suele pasar a las estatuas cuando se suceden los años, que la memoria del Hombre tiene un recorrido diferente (las patitas más cortas) al de la historia de la Humanidad. La última vez que la vi volvía a estar muy desmejorada.

Joaquín García Donoso Mujer desnuda estatua plaza de la provincia Cuidad Real Eufrasio Saluditero Frankenstein's love letters

Desnudo femenino (Plaza de la provincia – Ciudad Real) J. García Donaire (1926-2003)

Terrores de viejos

07 Lunes Sep 2015

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Dioses y monstruos, Juan de Patmos, love letters

Solo él sabía por qué salía corriendo a refugiarse en la bodega cuando veía sobrevolar los buitres el cadáver de alguna bestia del bosque. Mamá decía que se le había ido la cabeza; la abuela, que eran terrores de viejos.

Terrores ancianos demencia senil Alzheimer Eufrasio Saluditero Frankenstein Love Letters Ancianos Primera Guerra Mundial 1914 1918

Ilustración de la I Guerra Mundial. Imagen tomada de Internet. Versión propia.

Sobremesas con Gregor Samsa – III parte

07 Lunes Sep 2015

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Dioses y monstruos, Juan de Patmos, Lecciones de física

Hormiga mielífera MéxicoEntre las dunas que los gigantes dejaron en la playa, Boris Augé se bate por encontrar una gota de sombra donde poder esconderse de una muerte transustanciada en forma de sol, implacable; antes de que lo descubra y deseque los fluidos contenidos en su exoesqueleto.

Los granos de sílice blancos diminutos disgregados – auténticas rocas para él− resultan inevitables para que sus patas provoquen constantes avalanchas sobre sí, sepultándole hasta el mismísimo pecíolo. Si no fuese porque el martirio de la temperatura de la arena tan elevada resulta insoportable, se dejaría morir.

Por la concurrencia de una azarosa inestabilidad de los granos de arena, si no por la torpeza de su agotamiento; nuestro héroe desciende rodando hasta el vértice mínimo del valle de la enésima duna artificial donde una minúscula porción de agua –lo que viene a ser una gota, no más− lo recibe para amortiguar su caída. Su sed, que no advierte la alta salinidad del agua, le obliga a beber. No sabe que la sal que está ingiriendo ha empezado a absorber cualquier humedad del interior de su cuerpo.

El agua, conforme llena el cuerpo de Boris, genera un desequilibrio entre la presión del fondo del valle y el entorno, por lo que el pozo va aumentando de tamaño con más aporte de agua y nuestro amigo se debate entre morir ahogado o convertirse, al cabo de unos minutos en ambos casos –varias eternidades para nuestro querido Boris−, en el primer insecto sazonado de la historia; pero la frontera espacial de esta hoja de papel zanja esta cuestión aquí.

La última historia de amor sobre la Tierra

30 Sábado May 2015

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Dioses y monstruos, Juan de Patmos, love letters

Frankenstein's Love Letters Eufrasio Saluditero La Tierra El Sol Agua Aire Fuego Tierra Historias de amor

Imagen tomada de Internet

Después de un millón de años de espera, la primera molécula de agua que se formara en la Tierra abandonó la estratosfera para precipitarse sobre la superficie con una aceleración inversamente proporcional a su peso molecular. En ese preciso instante, la primera molécula de oxígeno originada en la más profunda sima del mar, consiguió liberarse de las fuerzas que la retenían para ascender a toda velocidad. El encuentro se produjo en el límite exacto entre el océano (la hidrosfera) y la atmósfera con tal virulencia que provocó una reacción en cadena de hidrógeno y ozono que convirtió al planeta en una enorme bola de fuego, una minúscula estrella gravitando en torno al Sol. Esa, y no otra, fue la última historia de amor sobre el planeta.

Sobremesas con Gregorio Samsa – II parte

09 Sábado May 2015

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Dioses y monstruos, Juan de Patmos, surrealismos

Todo el mundo en el barrio conocía las inclinaciones políticas de Obelisca Mut (ficus de profesión). Por ello a nadie sorprendió que no moviera ni una hoja cuando la alcaldesa, al pasar ante ella con su séquito de patricios e inmaculadas, le solicitara su voto para las próximas elecciones municipales.

No debió gustarle su respuesta ya que, a la mañana siguiente, para sorpresa de todos, apareció arrestada, desnuda y enjaulada en el mismo lugar que ocupaba desde hacía cien años. El personal de los servicios municipales de jardinería asegura que ellos no quisieron tomar parte y desobedecieron la ordenanza; por lo que fue la policía quien, ante su tentativa fallida por llevársela detenida, tomó aquella decisión tan drástica y decidiendo que el castigo fuese impuesto allí mismo.

Obelisca, como siempre —o como nunca, según como se quiera ver— no ha pronunciado ni una sola palabra ni un sordo lamento desde entonces; pero todos en el barrio sospechamos que está encendida de rabia. Nunca la habíamos visto borrar hojas de color carmesí.

Frankenstein Love Letters Eufrasio Saluditero  Gregorio Samsa Obelisca Mut Ficus Alcaldesa Valencia Calle del Bachiller Poda Hojas Carmesí

Ficus de la Calle del Bachiller – Valencia (Imagen propia)

Nocturama

25 Domingo Ene 2015

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Dioses y monstruos, Juan de Patmos, love letters, sexo

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Imagen tomada de Internet

Todas las tardes, a la hora del ocaso, su ventana abierta me incita a que suba con ella, que me pose a su lado, que la roce, que la goce; sin mediar palabras ni miradas; a pesar de su extraño ser, de su extraño estar.

Mis amigos me aconsejan que la olvide, que no es una buena influencia, que su diferencia sólo me traerá problemas; pero eso es lo que más me atrae de ella: su invertida forma de posarse sobre la cuerda.

Después, ya bien entrada la noche, cuando las calles cambian por completo su aspecto terrenal por el selenita, reinicio de nuevo el vuelo para alimentarme de toda la infame fauna aérea que pueda antes de que amanezca.

Sobremesas con Gregor Samsa – I parte

16 Jueves Oct 2014

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Dioses y monstruos, Juan de Patmos, surrealismos

Hibernáculo Guineano salió con su casa a cuestas una mañana gélida de otoño sin rumbo pero con la idea fija de no volver nunca más hasta que no encontrara la felicidad. Al torcer la esquina —no tenía suficiente fuerza como para doblarla— el cuerpo nacional de policía transubstanciado en dos agentes uniformadas y armadas le solicitaron el documento nacional de identidad y la cédula de habitabilidad y portabilidad de su vivienda. Dado que le fue imposible presentarlas le sugirieron que, para poder continuar con su viaje, por lo menos realizara un sobreesfuerzo metamórfico y se convirtiera en un molusco gasterópodo. Tras lograrlo, le fue permitido poder continuar con su viaje —más lento, eso sí— hasta que, avanzados apenas unos centímetros, un zapato del 39 lo aplastó. Las policías, tras mirarse fijamente a los ojos, decidieron hacer caso omiso del suceso y formalizaron su relación declarando su amor en público. Doña Precaución Republicano se apresuró a limpiar toda aquella porquería pegajosa antes de que algún vecino del predio la pisara y recibiera, por ello, una última reprimenda que se trasformara en un despido fulminante. Eudoxia Praxiduelos —paloma urbana de profesión— fue mucho más rápida y se abalanzó sobre los restos para tragárselos de una sentada, sin cubiertos ni etiquetas. Por lo demás, el otoño prosiguió el resto del día con su obstinada gelidez.

Frankenstein's Love Letters Eufrasio Saluditero Sobremesas con Gregor Samsa Caracoles aplastados pisoteados espirales

Imagen tomada de Internet

Historia de Z (Pesadilla recurrente en torno a un ratón)

07 Martes Oct 2014

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Dioses y monstruos, love letters, surrealismos

De manera paulatina y silenciosa fue él quien terminó eligiendo las consultas y yo, seleccionándolas. De nada sirvió amputarle el cable y mucho menos a mí, la mano.

Frankenstein's Love Letters Ratón Pesadilla Z Saluditero Mobee Magic Charger wireless charging Magic Mouse sideways

Mobee Magic Charger wireless charging Magic Mouse sideways – Imagen tomada de internet

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